Control de movimientos y deformaciones del terreno en laderas, taludes, terraplenes, muros de gaviones, etc. Control tridimensional del movimiento, tanto de deslizamientos como de asentamientos.

Construcción de pilares de observación Estos puntos de observación han de estar situados lo suficientemente lejos de la ladera como para no verse afectados por los desplazamientos de la misma, pero lo suficientemente cerca para poder realizar observaciones con gran precisión.
Van provistos de un sistema de centrado forzoso que obliga al instrumento a estacionar siempre en la misma posición. De este modo eliminamos los errores de estacionamiento Desde los pilares se realizarán las observaciones sobre los puntos de control de la ladera.
Materialización de puntos de control en la ladera que queremos estudiar. Esta materialización suele ser mediante dados de hormigón recibidos en el terreno y con un clavo de bronce en su parte superior.
De esta forma cualquier movimiento del terreno en el entorno del punto de control, será acusado por el mismo.
Estos puntos se distribuyen estratégicamente por la superficie de la citada ladera y el control se realiza mediante la observaciones topográficas periódicas sobre los clavos de bronce empotrados en los hitos de hormigón.

Triangulación de puntos fijos y puntos de control mediante la medida de ángulos y distancias desde los pilares de observación. Esto nos dará la posición inicial de los hitos de control.
• Observaciones periódicas de los puntos fijos y los puntos de control.
• Comparación de datos procedentes de las diversas observaciones y elaboración de gráficos de deformación en 3D.
• Precisiones < 2 mm